En la noche del 3 de junio de 2025, el ambiente en el Ayuntamiento de Santa Ana estaba cargado de emoción y preocupación. Los concejales escucharon testimonios apasionados de ciudadanos que abogan por la educación y la seguridad de los jóvenes en la comunidad. Entre ellos, Wendy Aclland, fundadora de la Asociación Tech Action, destacó la amenaza que representa la legislación AB 84 para las escuelas charter en Santa Ana. Aclland argumentó que esta ley podría recortar fondos vitales y limitar las opciones educativas para más de mil estudiantes, afectando especialmente a aquellos con necesidades de aprendizaje diversas.
"Si se aprueba, habrá menos opciones para las familias de Santa Ana", advirtió Aclland, enfatizando que muchas de estas escuelas son el único entorno donde los niños pueden prosperar. Su llamado a la acción resonó entre los asistentes, quienes compartieron historias de cómo estas instituciones han cambiado vidas y ofrecido un refugio a jóvenes en riesgo.
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Subscribe for Free Ronald Yunning, un padre de familia, también se unió a la conversación, expresando su gratitud por la elección educativa que las escuelas charter han proporcionado a su hija. "Si pasa esta ley, los niños de Santa Ana serán dañados", afirmó, subrayando que estas escuelas no compiten con las tradicionales, sino que complementan el sistema educativo.
El debate no se limitó a la educación. Emilio Ramírez, un residente del distrito 3, planteó preocupaciones sobre la propuesta de aceptar fondos de la medida M para proyectos de infraestructura. Ramírez advirtió que comprometerse a proyectos de ampliación podría ser irresponsable en medio de un déficit presupuestal, sugiriendo que el consejo debería considerar alternativas más sostenibles y responsables fiscalmente.
La reunión culminó con un sentido de urgencia y la necesidad de proteger las opciones educativas y la salud fiscal de la ciudad. Los ciudadanos de Santa Ana, con sus voces unidas, instaron a los concejales a considerar el impacto de sus decisiones en el futuro de la comunidad. La noche dejó claro que el camino hacia adelante requerirá un delicado equilibrio entre la inversión en infraestructura y la protección de la educación de los jóvenes.